Las palabras
hacen conmigo lo que les da la gana
doy vueltas en las puntas de sus dedos
como un llavero frenético
que se marea hasta vomitar
lágrimas de nostalgia
Hace tiempo quería sembrar esperanzas
en los basureros de una ciudad bonita
y cuando al fin lo consigo
decido abandonarla
Me regalan sueños
que se adhieren a mis rizos
y miradas de alquiler
borrachas de incertidumbre
Las palabras me abandonan
y cuando regresan
me convencen de que fui hecha
para las despedidas.