Ya no sé qué decirte..
he escrito tantas cosas,
he dicho tantas cosas,
y de tantas me arrepiento.
No soy yo quien escribe,
escriben mis ovarios, mis sueños, mis dedos...
que han dejado de ser parte de mí para entregarse a ti en todas tus formas,
manuscrita, impresa, tan presa,
encerrada en palabras que nadie se atreve a decir con los labios.
Yo, sin embargo, me encuentro abandonada.
No hay nada que decir,
Solía pensar, solía rimar, y ahora apenas remo.
Ya no tengo agallas,
se marcharon, hartas de crecer.
Ya no tengo inspiración,
mis versos se reducen a una oración a medias.
Esta es mi renuncia, renuncio a las palabras.
Y sé muy bien que esto que digo será refutado por mí...
días más tarde, meses más tarde, siglos más tarde.
Porque no puedo renunciar a mí por más que lo intente.
Al fin y al cabo sólo eres una página,
y me basta con romperte para volver a ser yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario