martes, 20 de agosto de 2013

Otra noche de amnesia.

La mirada que sale por la ventana está muerta,
nadie más observa, me escondo de mí.
Me pongo los panties a las 7:00  de la mañana,
con la misma histeria de cada día.
Me gusta engañarme y pensar que no pertenezco a ningún lugar
y menos a este.
Recuerdo la noche anterior, o más bien, lo que quedó de ella.
Porque me tomo cada trago como si fuese el último,
en bares, en parques, en casas,
en lugares con poca gente y muchas intenciones.
Ya no quiero más despedidas,
esta brisa trae avances de un septiembre
que se pinta más gris que el del año pasado.
Y en esta brisa también hay junkies buscando algo para sentirse vivos
y yo tan viva y  tan harta de sentir.
Con tantas ganas de no creer en nada,
sin una buena metáfora que me ayude a robar uno que otro corazón.
Es muy posible que, en este estado, alguien logre sacarme un beso,
pero yo no quiero besos, ni abrazos.
Yo sólo quiero a alguien que me acompañe a quemar el cielo.

1 comentario:

Fuego dijo...

"Por lo general, sabes que hay más miedo que peligro".